miércoles, junio 18, 2008

¿Fin de la era del petróleo?

La crisis de los próximos años ya está cantada. Según la revista Newsweek- entre otras- el 2009 verá la aparición de un ser inédito: el barril de petróleo de 200 dólares.

De ser así el cambio acelerará su marcha. ¿Cuál cambio? El de los dueños de autos que dejarán estacionados sus vehículos y correrán en estampida hacia los transportes públicos; el de los comerciantes que presionarán a los gobiernos para liberar los precios y trasladar así sus pérdidas, y el de los gobiernos que harán malabares para subsidiar todo lo que puedan mientras tratan de sobrevivir a las crisis económicas que para entonces, y como suele ocurrir, serán inevitablemente sociales y tarde o temprano crisis políticas.

Y en este escenario tendrá que venir la revolución. No la armada (que quizá también aparezca por alguna parte del mundo), sino la tecnológica, la que se invoca a gritos. Aquella que vendrá a cambiar la historia. La que redibujará el mapa mundial. La que pondrá fin a la era del petróleo.

Nunca en la historia (corríjanme si me equivoco ) se habían dado tantas condiciones para su aparición. Nunca, como ahora, había tantos actores esperando su irrupción. La requieren con urgencia los ambientalistas, la demanda por razones económicas la población, y lo más importante, tecnológicamente nunca habíamos tenido una red de conocimiento tan conectada dedicada a trabajar en el tema de la innovación.

Con esta combinación no me extrañaría que antes de 15 años haga su debut la nueva estrella mundial. ¿Qué tan lejos estamos? Tecnológicamente no tengo idea. Quizá sea una mera ilusión. Sin embargo, tengo la sensación (así de poco fundado, lo acepto) de que algo puede ocurrir pronto. Los esfuerzos por generar alternativas: energía solar, eólica e incluso los biocombustibles, no han terminado de funcionar. No como el gran relevo del petróleo en la historia.

Pero esos fracasos no hacen mas que confirmarme que el resultado está más cerca. Por lo general, cuando hablamos de cambios de paradígma de ese tamaño, es necesaria la existencia de varios fracasos antes de que funcione en la realidad. Así se ha vivido en muchos campos y tal vez éste no sea la excepción.

Por todo lo anterior es que quiero compartir con ustedes una nota perdida en el portal de El Universal: "Descubren bichos que defecan petróleo. Científicos de Silicon Valley experimentan con una bacteria que han modificado genéticamente para proporcionar petróleo renovable Bacterias que se alimentan de desechos agrícolas, como varas de trigo, hacen algo extraordinario: excretan petróleo crudo, publica el Times Online de Londres. Greg Pal, un ex ejecutivo de software de 33 años, afirma que este tipo de experimentos que se llevan a cabo en California están despertando mucho interés. No es ciencia ficción. Greg Pal sostiene en sus manos la excreción de un pequeño bicho y que podría, en teoría, vertirse en el tanque de una camioneta Lexus. No de inmediato, claro está, pero se estima que dentro de un mes el primer vehículo estará lleno de lo que se ha denominado "petróleo renovable"."

No tengo la menor idea de la seriedad de ese trabajo ni de sus implicaciones reales. Pero algo tiene esta nota que brilla. ¿Será que los seres humanos que ahora estamos vivos veremos el fin de la era del petróleo con todo lo que ello significaría en términos políticos, económicos y ambientales?

No lo sé, de lo que no tengo duda es que muchas de las condiciones ya están dadas. La historia por lo general avanza con pequeños pasos pero a veces nos sorprende dando unos sorpresivos brincos. ¿Será éste el caso?

Tres tiempos para la política mexicana

Son momentos de definición para la política mexicana. En primer lugar, durante los días que corren y hasta finales de septiembre, semanas en las que se buscarán acuerdos entre las fuerzas políticas que le pueden cambiar la cara al país. Por lo pronto, al momento de escribir estas líneas ya está sentenciado el formato de informe presidencial que todos conocemos. Si no hay sorpresas, antes del próximo domingo ya se habrá dado sepultura a la ceremonia en la que el Presidente acudía cada año a entregar un reporte del "estado que guarda la administración".

También se habrán hecho cambios en las formas de relacionarse entre poderes. El Presidente habrá perdido parte de su poder de veto y en contraparte se habrá oficializado el poder del Ejecutivo para establecer ciertas prioridades para el trabajo de deliberación del Congreso. Y a eso habrá que sumar el diseño de nuevas reglas electorales. A estos cambios seguirá un intenso debate y (tal vez) un próximo periodo ordinario de sesiones en el que será dictaminada una reforma de fondo al sector energético. Todo en el transcurso de los próximos 100 días.

Paralela a esa historia correrá otra, una batalla electoral que desde ahora marcará las actuaciones de todos los políticos rumbo al proceso electoral de 2009. Por si misma, la próxima elección federal no es tan importante. Todos los senadores – y naturalmente el Presidente de la República – permanecerán en su lugar y sólo habremos de estrenar 500 diputados. Lo que ocurra en la Cámara baja, por supuesto, no es cosa menor, sin embargo todo indica que la futura legislación no será tan distinta a la actual.

Hasta ahora todas las encuestas colocan al PAN o al PRI al frente de las preferencias electorales. Incluso, un promedio de cinco estudios elaborado por el diario El Universal da a los panistas una ligera ventaja al colocarlos con el 39 por ciento de la intención de voto, seguido por un 36 por ciento de los priístas. Dos partidos que estarán disputando la primera minoría, seguidos de lejos por un PRD que recibe el 18 por ciento de las preferencias, apenas la mitad que el PRI.

De confirmarse esta tendencia en las urnas lo que tendremos para los próximos tres años – 2009-2012- será una Cámara muy parecida a la actual: un PAN colocado como primera fuerza nacional pero sin la capacidad de aprobar por si mismo las reformas que propone; un PRD confrontado con el gobierno que no tiene la capacidad de imponer su agenda y un PRI que aprovechando esta situación actuará como fiel de la balanza. En todo caso, una sorpresa en la elección estará acotada por la permanencia de la actual correlación de fuerzas en el Senado, lo que deja a panistas y priístas con la obligación de seguir construyendo acuerdos. Este será el tema central de la agenda política durante los próximos 12 meses.

Finalmente, hay que estar atentos a un tercer tiempo. A eso que algunos llamarían el largo plazo y que es siempre incierto pero que ya muestra algunas de sus posibles características. En los próximos diez años México deberá hacer frente a un entorno económico complicado. Las presiones inflacionarias de los últimos meses, dicen los especialistas, se quedarán entre nosotros por un buen tiempo y a ello habrá que acostumbrarse. Los efectos del cambio climático- aún si hiciéramos la tarea como planeta – son inevitables en la próxima década. Sus consecuencias se sentirán en la economía, en la relación con la naturaleza y por supuesto, en la sociedad y la política.

Y serán el menos estas dos fuerzas – la economía y el medio ambiente, que serán cada vez más lo mismo – las que moldeen el debate público y marquen la pauta sobre el tipo de políticos y políticas públicas que habremos de necesitar.

Está muy bien que en lo inmediato los políticos sigan transformando las instituciones del país; es comprensible y sano que venga la contienda democrática, pero asistir a estos dos momentos sin mirar al tercero será condenarnos a un futuro de incertidumbre que es desde ahora cuando debemos atender.

martes, junio 10, 2008

Sobre la salida de Santiago Creel (Rudeza innecesaria o la falta de cuadros del PAN)

Fue diputado federal, candidato a Jefe de Gobierno, Secretario de Gobernación, precandidato presidencial y senador, todo bajo las siglas del Partido Acción Nacional. Sólo por eso, Santiago Creel no merece el trato que recibió en su relevo como coordinador de los senadores de Acción Nacional.

Las causas que tuvo el Presidente Calderón para hacer el cambio son poco claras pero suficientes para pedir a Germán Martínez, que en su papel de presidente del partido, operara el relevo. Y como suele ocurrir en estos casos las especulaciones son muchas. Que si salió por las presiones de Televisa y Televisión Azteca que desde la aprobación de la reforma electoral prácticamente lo habían vetado de las pantallas; que si la causa fue una revancha del proceso interno panista que llevó a Felipe Calderón a la candidatura presidencial; e incluso se ha dicho que fue por cuestiones de vida personal que se hicieron públicas recientemente, y que por ello fue mal visto por los dirigentes de su partido.

De las diferentes versiones, quizá la más sensata es aquella que señala que el relevo fue consecuencia de la mala conducción del debate sobre la reforma energética, explicación que tendría sentido aunque sería injusta pues el mal desempeño gubernamental no es, en todo caso, responsabilidad exclusiva de ese personaje. Quizá el tiempo ofrezca más claridad sobre las razones detrás de la decisión. En todo caso, el fondo es lo de menos.

El Presidente Calderón ha demostrado que es un hombre de poder. Por ello, operó la salida anticipada de Manuel Espino de la Presidencia del CEN panista y la llegada de Germán Martínez en su lugar, y en todo sistema democrático no es extraño que el Jefe del Ejecutivo tenga un papel importante en las decisiones de su partido, incluido el nombramiento de los coordinadores parlamentarios. Así que la salida de Creel de la coordinación no es para espantar a nadie. El problema fue la forma.

La decisión, me consta, había sido tomada al menos tres semanas antes de que se hiciera pública así que el tiempo no es una variable que explique el desaseo político. Por eso no se entiende que no lo hablaran antes con los senadores de ese partido, y lo peor, que antes de hacerlo oficial se filtrara a los medios de comunicación.

Pero lo más interesante fueron las reacciones a la salida. Si bien muchos analistas consideraron la operación como un acierto – guiados en buena medida por sus diferencias con el Senador – entre la clase política la reacción fue de solidaridad con el legislador. Diputados y senadores del PRI y del PRD fueron generosos con el panista, y en público y en privado, lamentaron su remoción. Expresiones que no son comunes en la política mexicana y que hablan bien de su destinatario. En contraste, entre los panistas prácticamente predominó el silencio.

Esta situación habla mal de ese partido político. Si bien es el grupo en el poder desde hace ya ocho años, destaca la pobre presencia de cuadros de alta visibilidad. ¿Dónde están los gobernadores de ese partido cuando se miran las noticias?, ¿Dónde los ex gobernadores que jueguen como actores de peso? A la jubilación política de Ernesto Ruffo, Francisco Barrio, Diego Fernández – por mencionar sólo algunos – siguió una camada política de muy bajo perfil. Del sexenio de Vicente Fox trascendieron muy pocas figuras, varias de las cuales están lejos de ser panistas, como Xochitl Gálvez o Julio Frenk. Y de otros ex gobernadores como Ignacio Loyola o Sergio Estrada, mejor ni hablar. Y el panorama no es muy distinto en la administración actual.

Hace algunos días salió una encuesta que colocaba a Santiago Creel como el más visible precandidato presidencial. El primer sorprendido debe haber sido el propio senador. Desgastado profundamente, el senador no podía estar más lejos de esa posición. Lo revelador de la encuesta es que la opinión pública no ve a nadie más fuerte en el PAN.

Se dirá que es bueno, que falta mucho tiempo y que figuras atractivas y con un proyecto propio sólo quitan y distraen la atención. El punto es que en el PRI la lista es larga y en el PRD al menos hay tres. Por eso el PAN no está para denigrar a sus cuadros conocidos. Más allá de sus razones internas, no parece que esté para darse esos lujos.

Del viejo sistema priísta hay muchas cosas que se deben sepultar pero hay algunas que se pueden aprender. Casi siempre, cuando alguien salía de un cargo importante se enfermaba o le daban una nueva comisión. Se le daba una salida digna. Ahora que hemos visto el trato a Creel, no estaría de más que los panistas se pregunten por qué.


Nostalgia de México (sobre la migración a Estados Unidos)

Periodistas, académicos, activistas y prácticamente todas aquellas personas que tuve oportunidad de entrevistar en mi reciente viaje a la ciudad de Chicago coinciden en lo mismo: los mexicanos que viven en los Estados Unidos mantienen tal vínculo con el país, que no obstante el paso del tiempo – incluso décadas – siguen interesados en saber qué pasa en su patria y cómo pueden mantenerse en contacto con lo que aquí ocurre. Así se puede comprobar por todo Estados Unidos, en especial en ciudades con tal concentración como Chicago o Los Angeles, por mencionar sólo dos.

En sus calles, las imágenes que adornan las paredes son invocaciones al país. Héroes de antes – como quienes pelearon en la Independencia y la Revolución – o ídolos de nuestro tiempo, como cantantes – aparecen marcando territorios. Locales de tacos y comida mexicana en general, se ven acompañados por talleres mecánicos, tintorerías y todos aquellos servicios que hacen que las referencias visuales y auditivas muevan la frontera a miles de kilómetros.

Escuelas con el nombre de Benito Juárez y Miguel Hidalgo ocupan las cuadras con la misma frecuencia con la que lo hacen en México, acompañadas incluso por la bandera mexicana que ondea junto a la de las barras y las estrellas. Así se puede ver en de Little Village, la Villita. "¿No dice nada el gobierno de Estados Unidos?", le pregunto a Artemio Arreola, líder de la comunidad mexicana en Chicago y promotor de la casa Michoacán. "¡Cómo si les pidiéramos permiso!", me responde.

La expansión de la cultura mexicana es cada día mayor. "De dónde es usted", pregunto a una mujer. "Soy chilanga", afirma, sin que uno sospeche que lleva viviendo los últimos 35 años de su vida en los Estados Unidos. "Yo soy michoacano", cuenta la anécdota sobre un niño de ocho años. ¿Y dónde naciste? "¡Pues en Chicago""

Ser mexicano en los Estados Unidos tiene poco que ver con dónde se vive, incluso con dónde se ha nacido. Para muchos, ser mexicano es una elección de todos los días no obstante los costos que ello implica. Los costos de allá en dónde la discriminación existe en diferentes niveles; y los costos acá en dónde el rechazo no es menor cuando se vuelve – o se visita por vez primera – al país.

Y ese es el corazón del reclamo. Desde el otro lado de la frontera no hay mas que interés por nosotros y en respuesta sólo reciben incomprensión, y en el peor y más frecuente de los casos, olvido. La distancia física se ha convertido al paso del tiempo en una gran distancia emocional. En indiferencia a pesar de los dólares enviados cada día y que el año pasado rebasaron los 23 mil millones de dólares, alrededor del 3 por ciento del Producto Interno Bruto.

La buena noticia – al menos para este columnista – es que la realidad sigue su camino aún sin nuestro aval y pese al centralismo y la soberbia que a veces marca nuestra mirada, en los Estados Unidos se está viviendo una revolución que da pié a un intenso proceso de integración.

Como suele ocurrir mientras la política construye muros la economía se los salta; mientras la ideología separa, la cultura mezcla.

Latinos por el progreso es el nombre de un grupo de jóvenes que trabaja por la superación de la comunidad hispana. En las instalaciones de la Casa Michoacán tuve oportunidad de ver su trabajo. Afroamericanos, hispanos y anglosajones, daban vida al reparto de una obra de teatro que aborda la problemática que enfrentan los inmigrantes. El idioma de la representación no era inglés, tampoco español. O lo era a ratos. Sin mayor problema los actores y el público pasaban de uno a otro con gran fluidez. Es la otra realidad, la que se mira en los espacios de la cadena Telemundo, propiedad de la cadena estadounidense NBC y en las frencuencias de radio y televisión de la cadena Univisión.

Esa es la agenda de todos los días que millones de los mexicanos, sobre todo de la capital, solemos ignorar.

lunes, junio 09, 2008

Guía para sobrevivir a las noticias

Artículo publicado en la revista Expansión de la edición del 9 de junio.

Cinco recomendaciones que le ayudarán a sobrevivir (y decidir pese) a las noticias.

Estamos en el transcurso de los 71 días de debate en torno a la reforma energética, siguen las noticias de ejecuciones, baja en los mercados, nuevos escándalos cada día. Esto es parte de lo que vimos y veremos en los próximos meses. En medio de todo esto, los tomadores de decisiones, aquellos que no pertenecen al mundo de la política pero que siguen sus movimientos, se preguntan sobre el futuro del país. Para ellos:

1. Hay que guiarse por los efectos reales, no por los mediáticos. En abril, cuando una manta con la leyenda ‘Clausurado’ cubrió la tribuna de San Lázaro, ¿cuál fue la realidad? Las comisiones trabajaron y muchas leyes fueron aprobadas. La toma fue irrelevante para la operación. La regla: tengamos la mirada sobre las consecuencias, no sobre las advertencias.

2. Distinga lo táctico de lo estratégico. Manlio Fabio Beltrones, líder del PRI en el Senado, reprocha al presidente Calderón la falta de conducción y los analistas advierten: la alianza entre el gobierno y el PRI está por naufragar. La historia del sexenio muestra lo contrario: reformas de pensiones, fiscal, electoral, judicial y presupuesto, por mencionar algunas decisiones desde el Congreso, han contado con la bendición del tricolor y, en muchos de los casos, con la del PRD.

En la táctica, los actores suelen recurrir a las descalificaciones como parte del proceso de negociación. Mientras la estrategia no cambie, lo demás es lo de menos. Para el gobierno, la búsqueda del acuerdo es una condición irrenunciable por la correlación de fuerzas en el Congreso; para este PRI (distinto al del sexenio pasado), el regreso a Los Pinos pasa por vender la imagen del partido que garantiza la gobernabilidad, e, incluso, para el sector dominante del PRD en el Congreso la apuesta es pelear por su agenda pero dentro del sistema.

3. Mire dos pasos adelante. Ahí viene el proceso electoral de 2009 y con él, la inestabilidad. Vendrán las campañas y la necesidad de marcar distancias, de decir que unos y otros son diferentes. Pero eso es sólo parte de la verdad. El presidente seguirá en su lugar, los senadores permanecerán tres años más en sus escaños y sólo los diputados tendrán que buscar una nueva ocupación. Habrá que ver quién llega pero, hasta el momento, no hay encuesta que le otorgue al PRD más de 25% y no hay ninguna que proyecte al PAN y al PRI con menos de 35%. En otras palabras, si hacemos números, la historia no será muy distinta a la actual.

Y es dentro de este futuro posible que se debe especular. Lo otro, alianzas PAN-PRD o acuerdos PRD-PRI sólo existirán en alguna mente creativa. El sistema de partidos no cambiará mucho en los años por venir; con esto se puede contar.

4. Elimine ruido. El conflicto viene con la política y la democracia. Vendrán las marchas, los mítines y los escándalos que llegaron para quedarse. Lo importante, sin embargo, estará en otra parte. En las nuevas reglas del juego que los actores construyen y en la gobernabilidad del país, entendida como la capacidad de los tres poderes de hacer su trabajo para que la sociedad siga con el suyo. El país es más que sus conflictos políticos. Aprendamos a vivir con el ruido.

5. Los cortes de caja se hacen al final de la jornada. Si la reforma se aprueba en julio o en diciembre es irrelevante. Tratándose de esos temas, tres o seis meses son lo mismo si veremos los efectos dentro de nueve años.

Resistamos a los balances de corto plazo: saber si 50% de la opinión pública avala o no una acción es útil como una herramienta de discurso; lo importante será al momento de canjear las monedas que quedan a cada jugador.

Elevemos la mirada y, a la distancia, veremos que el sistema es más estable de lo que parece.

Sobrevivió a 2006 y sus actores, ya nos dio una muestra de lo que puede pasar con un poco más de turbulencia, demostrará que puede más que sobrevivir.

Los riesgos graves no provienen de los actores políticos; tampoco de quienes desde los márgenes del sistema apuestan por obstruir; los verdaderos enemigos son los que creen que pueden y deben sabotear, e, incluso, a ellos –guerrilla y narco– debemos leer con los mismos cinco puntos.

Comentarios (sobre este texto en particular): opinion@expansion.com.mx

El debate energético y la mala estrategia gubernamental

Primero parecía una mera ocurrencia, un recurso más del discurso de Andrés Manuel. Sin embargo, al paso del tiempo la propuesta de AMLO de realizar una consulta sobre la reforma energética ha resultado un éxito para su causa.

Consciente de su influencia en sus compañeros de partido, AMLO ha puesto al servicio de su bandera a todos sus activos. Marcelo Ebrard ha apostado su capital político (y los recursos de la Ciudad) para sacar adelante la consulta; los asambleístas han impulsado la propuesta ante el Instituto Electoral local, y hasta la gobernadora Amalia García, ha dicho que estudia la posibilidad de hacerle eco en Zacatecas.

Pero el principal acierto no ha estado en la capacidad real de llevar a cabo la consulta sino en la mala respuesta del gobierno federal.

Como si se tratara de la reedición del desafuero de AMLO, nuevamente nos enfrentamos a dos conceptos de comunicación. El primero, el de López Obrador, basado en su exitosa experiencia, descansa en la idea de DEMOCRACIA.

De lo que se trata, según AMLO, es de darle o no un lugar a la ciudadanía en este debate. La pregunta que ha planteado con gran habilidad es si la opinión pública debe o no ser tomada en cuenta.

Frente a ese poderoso argumento el gobierno y el PAN han revivido su discurso del desafuero: de lo que se trata es de LEGALIDAD, de lo que dice la Constitución y de lo que pueden o no hacer los gobernantes. Incluso, en el absurdo han amenazado con sanciones legales en contra del Jefe de Gobierno. (y con ello apoyar la campaña de Marcelo, supongo)

En un país en el que se venden mercancías pirata en cada esquina, la legalidad no es un valor. En contraste, la democracia (o su discurso) tienen una alta valoración. (Véase un post previo sobre los códigos cultrales)

En lo personal no comparto la idea de la consulta que en realidad nos llevaría revisar los límites de la democracia directa, sobre todo en temas técnicos, complejos. No obstante, en términos de comunicación me queda clara la utilidad de su argumentación

Si el gobierno federal no cambia su estrategia, el debate lo tiene perdido.

domingo, junio 08, 2008

Discurso de despedida de Hillary Clinton

Regreso y relanzamiento

Luego de casi dos semanas de ausencia regreso a la ciudad de México y al blog. El primer viaje, que duró ocho días, fue a la Ciudad de Chicago, sede del primer encuentro de Plazas Comunitarias. Una gran experiencia. No sólo por ver y entender mejor lo que significa la comunidad mexicana en ese país sino porque también tuve la oportunidad de realizar entrevistas a personas extraordinarias, conversaciones que ya iré subiendo a este blog.

Apenas llegué a México y al día siguiente volví a tomar un avión, ahora para ir a Tampico a un encuentro de Espacio 2008. Se trató de la mesa de "Ciudadanía y Palabra", en la que tuve la oportunidad de compartir con Lydia Cacho, Mardonio Carballo y la moderadora, Gabriela Warkentin.

Realmente disfrute el encuentro, en especial, por la oportunidad de escuchar a los chavos que tienen muy claro lo que quieren. Son entusiastas, trabajadores y una prueba clara del talento y las ganas que tienen los universitarios.

De los dos viajes ya compartiré algunas fotos y reflexiones. Por ahora, lo que quiero decirles es que este tiempo también fue de reconciliación con el blog. Estoy convencido que este debe ser un espacio al que le dedique tiempo y atención todos los días.

La teoría planteada en el libro The Long tail, es que toda oferta termina por encontrar su demanda. Compro la idea y apuesto a que si yo respondo con más contenido, ustedes responderán con más visitas y más comentarios.

Estoy convencido que a partir de mañana podremos iniciar una nueva etapa. Las ganas ya están, seguro encontraremos los tiempos. Finalmente, les mando un abrazo a todos los que fielmente me han acompañado desde hace más de tres años en este blog.

Saludos, Mario.